Decoración de interiores

El estilo funky brilla con luz propia en este apartamento moderno y urbano, lleno de luz y colorido. Una casa que trae alegría a todo aquel que la visita y que recupera el espíritu de divertirse decorando el interior del hogar. ¿Pero cuáles son las características que hacen de éste un estilo tan particular? Vamos a verlo.

El mobiliario es moderno y sencillo, generalmente piezas de pocas trazas con algún destello ‘retro’, pero donde prima básicamente la comodidad. La paleta de colores elegida es amplia, desde los tonos más grises hasta amarillos, rosas, rojos, verdes y azules, en un amalgama psicodélico que recupera lo mejor de décadas pasadas.

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Esta vivienda que vamos a ver a continuación desprende un encanto especial. Decorada casi al cien por cien en blanco, se trata de una impresionante propuesta alejada de los cánones establecidos, sin una pizca de color. Un mundo de líneas suaves que se difuminan hasta el límite. El blanco cegador de esta propuesta de vivienda rompe con lo conocido.

Si lo que buscas es un interior alegre, está claro que esta tendencia no será la adecuada para ti. Sin embargo, algo tiene esta decoración que te termina atrapando y cautivando. Quizá porque invita a zambullirnos en un universo hiperdelicado, en el que el blanco albino absorbe todo rastro de luz y crea unos contornos casi fantasmagóricos, como si estuviéramos en un escenario irreal, idealizado.

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Una idea para celebrar comidas y cenas en el exterior es, si se dispone de un recinto ajardinado, montar una cocina en el exterior. Puede resultarnos muy práctica para hacer grandes barbacoas, por ejemplo, o para ir haciendo la comida al tiempo que los invitados toman algo en el jardín.

La ventaja de estas cocinas es que apenas ocupan espacio, ya que suelen tener lo justo y necesario: un grifo, fuego para cocinar y un pequeño compartimento o neverita para conservar en buenas condiciones los alimentos o guardar las bebidas.

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Reconvertir un espacio como un granero antiguo en una vivienda es uno de esos proyectos que sin duda llaman la atención. Una iniciativa original y que puede resolver parte del problema de encontrar una vivienda adecuada y económica.

Este proyecto, en concreto, se encuentra en Amagansett, una localidad costera del estado de Nueva York. La estilista Tiina Laakkonen y su marido Jon Rosen construyeron esta bonita vivienda a partir de un viejo granero de mediados del siglo XX. La pareja fue ayudada por un equipo especializado de veinte personas, gracias a los cuales se habilitó el viejo granero para residir en él. Se crearon varias habitaciones, un par de oficinas para el trabajo de Tiina y Jon, un enorme salón con cocina, un comedor y otra zona de estar extra.

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Vivir en un apartamento muy pequeño no es excusa para dejar de lado la decoración, quizá pensando que ésta no va a lucir en un espacio tan reducido, porque creemos que no merece la pena o para evitar una sensación de hacinamiento o de caos. Sin embargo, existen una series de claves para lograr un espacio pequeño pero optimizado.

Estos apartamentos son muy pequeños; algunos no llegan a los treinta metros cuadrados. Pero, en cambio, en ellos queda demostrado que un espacio pequeño puede ser igual de bonito que decorar una vivienda más grande. Es cuestión de darle un poco más de vueltas a la decoración y encontrar aquello que haga que el espacio parezca mayor.

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Una vivienda con glamour llama la atención por su diseño especial y espectacular, que se recrea en los detalles más inspiradores, pues son éstos los que crean ese aura tan mágica y especial con que nos envuelve.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de glamour? Esta palabra está asociada per se con la moda o el cine, y hablamos de que algo o alguien es glamouroso cuando es vistoso, llamativo, realza su belleza y sus cualidades y tiene un halo de elegancia innato. Lo mismo ocurre con el interiorismo: un espacio se vuelve glamouroso cuando la elegancia nos atrapa de un modo especial, casi vanidoso. El glamour significa, muchas veces, ‘admiradme’, y admiramos.

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