Decoración de interiores

Muchas veces nos complicamos mucho la vida para tratar de cambiar el aspecto de nuestra casa o de una pieza en particular cuando en realidad tenemos la solución bien al alcance de la mano. Sobre todo cuando queremos que nuestra casa se impregne de ese cambio estacional que percibimos en el ambiente, en el aroma del aire, en la luz y en nuestro propio interior. Cuando el invierno va finalizando y la primavera retorna de nuevo sentimos la necesidad de abrir nuestro hogar para que también él sea partícipe de ese prodigioso cambio.

Es muy fácil en estas circunstancias hacer que en la casa se perciba también dicho cambio. Una planta por aquí, unas flores recién cortadas, unas ramas con sus tiernos brotes, como veremos a continuación hay mil y una formas de dar una pincelada verde a nuestra decoración.

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Una solución estupenda para decorar interiores de estilo clásico, rústico y campestre es decorar las paredes y muros de la vivienda con troncos de árbol. Troncos y leña partida, que podemos recoger de un bosque o parque cercano, aprovechando aquellas partes del árbol que hayan caído al suelo.

Este es un tipo de decoración que puede observarse mucho en casas de campo y ambientes rústicos, por lo general, aunque también se adapta a atmósferas más contemporáneas y urbanas.

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Las tendencias decorativas más naturales se están imponiendo con mucha fuerza. En la búsqueda por un modo de vida más tranquilo, sencillo y ecológico, esta corriente busca la creación de espacios que inviten al descanso, al tiempo que se aprovechan todos los recursos de un modo más óptimo. Y esto incluye desde disfrutar de la luz natural hasta el reciclado de muebles y complementos. El resultado son salones más naturales, cálidos y acogedores.

Como vemos, las gamas de color elegidas son gamas de tonos suaves, sobre todo en blanco y beige. Estos colores neutros resaltan la naturalidad, crean espacios más limpios y transmiten esa idea de paz que estamos buscando. Los tejidos usados son también más naturales y la decoración es sencilla, para nada recargada.

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Un dormitorio donde la naturaleza se abra paso acaba resultando siempre un lugar confortable y cálido. Conseguir un estilo donde se fundan distintas tendencias para crear un espacio así en el que cada detalle cobre protagonismo es muy sencillo. Os traemos algunas ideas para decorar un dormitorio en el que la naturaleza esté presente no sólo en sus detalles, sino también en el colorido o el propio diseño, en una suma de elementos.

Las plantas son una buena compañía dentro de la casa, por ello no pueden estar ausentes si queremos darle un pequeño toque natural a la habitación. En la propuesta de la imagen superior, una única planta de hojas amplias puede traer la luz necesaria a este dormitorio, haciendo destacar la sencillez del estilo elegido y embelleciéndolo con la magia del verde.

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Para conseguir un salón decorado con un estilo natural, se puede optar por distintos usos, desde un mobiliario en materiales clásicos y flexibles (madera, telas, caña de bambú) hasta elementos decorativos que ayuden a resaltar la sencillez del entorno, como las plantas de interior, siempre infalibles.

La colocación de alfombras y esterillas debajo de mesas de madera con aspecto rústico son un recurso práctico que dotará al salón de una apariencia más espartana. Lámparas de tela, cojines de ganchillo y otro tipo de tejidos tan austeros son una buena opción para enfatizar en este toque natural y fresco. En cuanto a los colores elegidos, la gama del gris, el blanco, el beige y los tonos sepia o tierra son los más adecuados para conseguir que en la habitación brille ese look tan natural.

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Originaria de las zonas húmedas y calurosas de Asia, la caña de bambú es utilizada a menudo en nuestra cultura como aliada decorativa por su imponencia y su fácil adaptabilidad a todo tipo de ambientes. Con este material se pueden llevar a cabo distintas creaciones que le van a aportar a nuestra decoración un aspecto muy natural y alegre.

Desde tiempos muy lejanos, el bambú ha estado muy presente en la cultura y arquitecturas asiáticas. Es también una especie de talismán, sobre todo en la doctrina feng shui, según la cual la presencia de estas cañas en el interior de nuestra casa atrae la abundancia y el progreso en el trabajo, además de simbolizar la vitalidad y la honestidad. Creencias aparte, lo que sí es seguro es que tendremos una decoración fresca, natural y distinta, en la que la naturaleza tiene una presencia prioritaria, lo que nos proporcionará mucha armonía.

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