Una vivienda de hormigón en la ribera del Ebro Artículo Publicado el 12.09.2013 por Javi
Alcolea+Tárrago Arquitectos han elaborado el diseño de esta vivienda situada en Sesma, Navarra, España. Esta población se encuentra situada en la comarca de la Ribera Alta, el clima aquí es de recios inviernos y duros veranos. Casi un clima continental con muy poca precipitación anual. Se trata de un pequeño pueblo de poco más de mil habitantes y esta construcción dedicada a ser la vivienda habitual de una pareja con dos hijos pequeños se ha convertido en una llamada de atención.
Una exclamación entre la clásica cotidianeidad que la envuelve. El espacio en esta parte del país no es un gran problema y la vivienda disfruta de un generoso espacio para que sus habitantes puedan vivir y desarrollarse. La elección del estudio por parte de los propietarios se basó prioritariamente en la relación calidad/precio. Se trataba de conseguir la mayor cantidad de espacio con el menor presupuesto y con el añadido de trabajar sobre un terreno con fuerte desnivel.
Además otro de los requisitos de los propietarios era que la construcción fuera encargada a constructores locales. La vivienda y el garaje anexo se encuentran localizados en la parte más elevada de la parcela, el resto del terreno más desnivelado se ha dejado para uso como jardín y huerto. La casa está construida en hormigón visto donde resalta el entramado marcado por el encofrado de listones. Este dibujo del hormigón le da un carácter más artesanal y recuerda al aspecto de las viviendas de madera del norte de Europa o Estados Unidos.
La simplicidad de los materiales, cemento y madera, dan un aire moderno a esta vivienda situada en un pueblo tradicional del norte de España. La amplitud y las zonas abiertas del interior de la vivienda aportan esa modernidad que se buscaba al tiempo que le dan también ese aspecto de casa práctica y habitable.
Los arquitectos han trabajado intensamente los volúmenes y los materiales así como la relación entre el interior y el exterior de la vivienda. Una casa hecha para vivir en un entorno rural de paz y tranquilidad pero sin renunciar a las novedades decorativas y de diseño.
En el interio el color blanco ocupa todas las paredes y techo facilitando así la reflexión de la luz que entra por los grandes ventanales. El suelo del interior está realizado en microcemento formando así una continuación del exterior. No hace falta vivir en Tribeca para poder vivir inmerso en la más novedosa modernidad.
Fotos: homeadore.com