Este apartamento de 73 m² es el ejemplo típico del estilo vintage que más gusta a la gente. Con la cocina abierta al salón pero con un práctico tabique de separación que evita las incomodidades inherentes de estas cocinas. Mobiliario años cincuenta, colores un poco pasados, todo contribuye a conseguir un interior muy en la tendencia actual del interiorismo escandinavo.

Mesa de comedor con sillas Tolix, icono del vintage francés, despliegan aquí todo su encanto al tener dos de ellas apiladas en un rincón. La pared del fondo está pintada con pintura de pizarra. Vemos los dos tipos de suelo, el vinílico de  la cocina y el parquet del salón.

El salón decorado en blanco y azul, cuenta con un gran sofá rinconera que se extiende por dos de las paredes del mismo.

En la otra parte del salón, junto a la ventana está la zona de lectura con una estantería en el mismo color que la pared de enfrente y una mecedora Eames RAR.

La cocina, toda ella en blanco, azulejos y muebles. Sencilla y práctica.

La habitación principal también decorada en blanco y gris piedra. A destacar las lámparas tipo arquitecto instaladas en el techo.

Más colorista, la habitación infantil tiene una de las paredes decorada con papel pintado.

El recibidor de la casa cuenta con un armario metálico con taquillas recuperado, toque industrial en la decoración del apartamento.

El cuarto de baño resulta impactante, azulejos blancos con juntas negras y en el suelo azulejo negro con juntas blancas. Parece un dibujo de cómic tan real que hay que mirar dos veces para ver que es una fotografía.

Vía: planete-deco

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