A muchos nos gustaría tener una casita en las montañas para poder relajarnos. Este apartamento en los Pirineos, aunque pequeño, es un gran ejemplo de lugar acogedor para relajarse disfrutando de la naturaleza. De estilo rústico, tiene tanto las paredes como el suelo revestidos en madera, que le aporta calidez a la decoración en un entorno tan frío como es la alta montaña.

La estancia principal se calienta con una chimenea, en torno a la cual se han dispuesto los sofás dando lugar al rincón de reunión. Las ventanas se han dejado al desnudo para no perder el contacto con el bello entorno que rodea a la vivienda, convirtiéndose así en otro elemento decorativo más.

La cocina mantiene el estilo y la gama cromática: de madera natural teñida en color crudo. Alargada y amplia, obtiene luz natural de un ventanal que muestra un pinar al fondo.


Tanto el dormitorio principal como el infantil han respetado también el revestimiento general del apartamento, lo que da unicidad al conjunto.  Sólo han hecho falta las camas para hacer dos estancias muy cálidas y acogedoras.

El resultado ha sido una buhardilla en las montañas adaptada como apartamento cálido y muy acogedor.

Fotos: Freshome

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