Las piñas de los árboles son elementos imprescindibles en toda decoración navideña que se precie. Se asocian a esta época de fiestas y en general a la estación del invierno. La presencia de piñas en la mesa de Navidad junto a otros elementos y símbolos como velas y centros de mesa con flores o vegetación ayudan a crear estos ambientes mágicos, dándole al mismo tiempo un toque de lo más hogareño. Tus invitados van a estar más que encantados con una decoración tan casera, sencilla y entrañable.

Las puedes pintar con spray de algún color, con purpurina o dejar al natural. En ambos casos, no está de más cubrirlas con una capa de barniz, para darles sensación de lustre y de estar bien pulidas. También puedes disponerlas en solitario a lo largo y ancho de la mesa, sobre las bandejas y servilletas, y combinarlas con la cubertería, formando originales estampas como las que se aprecian en las fotos.

Todo es muy fácil de hacer, como ves, y además no te llevará mucho tiempo. Si hay niños en la casa, estarán encantados de echarte una mano y ayudarte con la pintura o la purpurina y con el resto de la decoración. Selecciona piñas de distintas formas y tamaños, algunas abiertas y otras cerradas, y combínalas entre sí para que tus pequeños centros decorativos estén llenos de vida.

Pintándolas de blanco conseguirás divertidos mini-árboles nevados, que puedes situar sobre distintos portavelas o cuencos especiales para decorar. Y si te decides por un tono plata, obtendrás preciosos centros con una pincelada de lo más distinguida.

Fotos: digsdigs.com

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