El estudio japonés de arquitectura japonés Jo Nagasaka/Schemata Architects hizo maravillas para crear esta casa unifamiliar a las afueras de la metrópolis de Tokio. El exterior de esta casa puede parecer un televisor de pantalla plana pero la intención era situar la casa de forma que no quedara demasiado cerca de la calle en el pequeño solar.

Así que lo que decidieron hacer fue inclinar la fachada de la casa 63 grados, lo que permitió que ésta tenga una perspectiva completamente diferente de la calle a costa de un reducido espacio interior.

Con esta inclinación se ha conseguido que la visión desde el interior de la casa sea lo más apartada posible de la calle, al tiempo que confiere mayor intimidad para los habitantes. Aunque para los occidentales resulte chocante la estrechez de la vivienda no lo es tanto para los habitantes de Tokio que es donde se encuentra esta casa.


La construcción está totalmente realizada en hormigón, tanto en el interior como en el exterior. El diseño es minimalista al ciento por ciento, no hay concesiones en este aspecto. Las líneas rectas y los ángulos son la base del diseño interior de la vivienda.


En los tres niveles de la casa conectados por una escalera reducida a la mínima expresión se reparten las distintas piezas de la casa, de forma abierta.


Dada la estrechez de la edificación, los grandes ventanales y la situación se consigue que la vivienda esté bañada por la luz natural exterior durante todo el día.


Una verdadera curiosidad la realizada por estos arquitectos japoneses en esta casa. No podemos imaginar cómo será la vida en semejante espacio, a priori sería todo un reto para un occidental poder vivir en un espacio tan reducido.

Fotos: home-designing.com

Te puede interesar: