Este loft situado en TriBeCa en el Lower Manhattan fue en su día una vieja imprenta; Specht Harpman, una firma de arquitectos con sede en Nueva York y Austin, Texas proyectaron la remodelación del local para convertirlo en la vivienda de una familia con una gran colección de arte. Los espacios destinados a acoger su magnífica colección de arte moderno son grandes y abiertos. La luz baña todo el espacio interior gracias a los grandes ventanales que iluminaban el trabajo de los viejos impresores.

La zona de comedor dispone de unos enormes ventanales que iluminan la gran mesa de madera y las sillas Navy de Emeco, un clásico del diseño americano de los años 40, fabricadas enteramente de aluminio. En la esquina izquierda puede verse una mecedora Eames.

Las paredes recubiertas con paneles correderos ocultan los equipos audiovisuales y de entretenimiento. Prácticamente todas las áreas de organización de la casa se encuentran ocultas tras distintos paneles acoplados a las paredes.

La zona de estar del loft junto a una moderna chimenea cuenta con un gran sofá, los espacios son amplios y despejados. A la izquierda vemos otra silla Eames, en todo el loft se respira arte y buen gusto.

En el rincón junto a la chimenea una impactante instalación a base de botellas de agua vacías llena ese espacio un tanto vacío.

La habitación infantil con las paredes decoradas con distintos papeles pintados, es una zona alegre y divertida gracias al colorismo del diseño de grandes puntos de color. Los colores intensos y variados siempre quedan bien en una habitación infantil, además de ser una potente llamada a la atención de los pequeños en sus primeros meses de vida.

El dormitorio, sencillo y de líneas rectas, la pared está decorada con motivos alusivos a los ocupantes de la cama, siluetas de los pies de la pareja.

Fotos: spechtharpman.com

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