Si la terraza de nuestra vivienda dispone del suficiente espacio para ello, puede permitirnos tener un pequeño remanso de agua en ella, ya sea una piscina o incluso un jacuzzi desmontable. Ya es posible incorporarlas al paisaje urbano de nuestra terraza dado su tamaño y material de fabricación. Estas zonas de agua están especialmente ideadas para el disfrute y para encajar en todo tipo de espacios exteriores, por mínimos que sean.

Las propuestas pueden variar desde las clásicas piscinas transportables y adaptadas a cualquier superficie hasta la posibilidad de tener una zona de agua exclusiva construida en el propio suelo del recinto.

La gama de piscinas que podemos incorporar a estos espacios al aire libre incluye desde soportes más manejables como cabinas de hidromasaje hasta piscinas de plástico o poliéster de menor tamaño. La posibilidad de tomar un baño de agua bajo el sol, en cualquier momento y en nuestra propia casa, puede transformarse en una realidad.


Otro tipo de piscinas de expresión mínima que se camuflan con el paisaje urbano de la terraza o azotea son estas que se integran en el mismo suelo. Son excelentes para rodear zonas de descanso o «chill outs» al aire libre. Permiten que nuestros invitados se refresquen aunque sea simplemente metiendo los pies en el agua. Rodeando la casa, se integran perfectamente en el espacio y pueden ir acompañadas por un pequeño terreno ajardinado. Este tipo de piscinas suelen ser las más habituales en las terrazas de los  pisos más altos en los hoteles más modernos y contemporáneos.

Fotos: pacificbuilding.com

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