La librería o estantería siempre ha sido un clásico en las casas, tanto si había ambientes o habitaciones creados especialmente para ellas y para la lectura como si no. Pero hoy en día las librerías, tanto si somos aficionados o no, se usan para decorar, y pasan a llamarse: estanterías.

Cuando no hay un espacio estipulado para la lectura, las usamos en ambientes como el salón o el comedor, integrándolas con el resto de los muebles. De esta forma, hacemos que esta pieza cumpla la función de soportar libros o cualquier objeto decorativo que se precie.

Hay firmas en el mercado que las hacen a medida, de cualquier forma, color o material. Esto las convierte en piezas de los mas versátiles y en protagonistas del ambiente.

Son un recurso muy socorrido tanto en espacios grandes como en espacios pequeños, y bien usadas, pueden cumplir la función de separar ambientes para las viviendas abiertas o tipo lofts.

Una librería a medida y con un buen diseño, bien puede hacer de tabique o pared entre diferentes zonas. Un dormitorio abierto y la zona de estar, o la separación entre un salón y un despacho.

Son la pieza perfecta para separar ambientes sin entorpecer y cerrar visualmente el espacio.

Lo fantástico de estos elementos es que realmente los podemos hacer a nuestro gusto y necesidad, tanto si nos gustan los ambientes modernos o los preferimos un poco mas clásicos, o nos va mas un material lacado que la madera.

Estas piezas quedarán bien con cualquier forma o material que le demos. Y además, un toque muy personal y sofisticado a nuestra vivienda, pues en ella colocaremos los objetos que queramos que nuestros invitados vean.

Por último, una idea muy útil es que son un espacio maravilloso de almacenaje en la vivienda, y si usamos en ella, espacios también cerrados, la podremos usar como mueble principal de nuestra sala de estar o comedor y ganamos en espacio y en soluciones.

Espero que estos consejos os sean de utilidad. Hasta pronto.

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