La primavera está entre nosotros y es el momento de hacer una limpieza a fondo, redecorar y dejar nuestra casa perfecta para disfrutar el comienzo de cada estación. Si tus paredes necesitan un lavado de imagen o te has cansado de su aspecto es el momento ideal para hacerlo.

Dentro de las miles de opciones que existen cabe destacar la técnica del esponjado. La principal ventaja es que puedes hacerlo tú mismo de manera económica y conseguir un resultado espectacular. Además se pueden conseguir resultados muy diferentes según la aplicación. Conseguirás el mejor resultado utilizando una esponja natural.

Si te gusta tu pared pero quieres conseguir ese efecto de textura y profundidad, prueba a combinar dos colores. Como puedes comprobar el resultado es muy favorecedor, fresco y moderno.

El estilo originario de esta técnica consistía en pintar por completo la superficie y, seguidamente, ejercer presión con la esponja, para dejar que se vea la capa inferior. Un consejo para facilitar este resultado es pegar alrededor de un rodillo trozos de esponja y deslizar por la superficie recién pintada. Es una opción ideal para estilos rusticos…

Por último la opción más acorde a estilos más jóvenes y actuales. Da mucha luz al ambiente. Se consigue pintando la pared de un sólo color con pintura común y, a continuación, aplicar la técnica del esponjado con una pintura metalizada.

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