Las tendencias decorativas más naturales se están imponiendo con mucha fuerza. En la búsqueda por un modo de vida más tranquilo, sencillo y ecológico, esta corriente busca la creación de espacios que inviten al descanso, al tiempo que se aprovechan todos los recursos de un modo más óptimo. Y esto incluye desde disfrutar de la luz natural hasta el reciclado de muebles y complementos. El resultado son salones más naturales, cálidos y acogedores.
Como vemos, las gamas de color elegidas son gamas de tonos suaves, sobre todo en blanco y beige. Estos colores neutros resaltan la naturalidad, crean espacios más limpios y transmiten esa idea de paz que estamos buscando. Los tejidos usados son también más naturales y la decoración es sencilla, para nada recargada.
Los accesorios decorativos tienden a formar parte de la naturaleza: centros de mesa de frutas, cestos, flores y hasta cuadros con motivos propios de flora y fauna, aunque esto es algo que va con los gustos personales de cada uno.
En blanco y negro, este salón resulta equilibrado y luminoso. Si quieres que tu salón se vea más natural, lánzate a poner en práctica esa frase que asegura que «menos es más». Todo muy zen, claro, porque se basa en crear decoraciones sutiles y confortables.
El color crema y el verde funcionan muy bien en este salón de tintes naturales y detalles de lo más acogedor:
Esterilla natural, mobiliario rústico y complementos decorativos florales con un toque étnico, crean un espacio delicado y muy, muy acogedor. La luz entra a raudales por la ventana y el color blanco lo potencia al máximo. No hay duda de que estos salones invitan a relajarse en ellos.
Fotos: indechouse.com