Queramos o no esa tradicional distribución de colores que se suele realizar en la niñez nos marca para toda la vida. Los niños de azul y las niñas de rosa ¡cuánto daño ha hecho esa inocente distribución del color según los sexos! Incluso entre los miembros del sexo femenino un uso exagerado del rosa ha hecho que muchas de ellas acaben renegando de él para el resto de sus vidas.
Pero el rosa no es sólo el color de las princesitas, es un color más que con un correcto tratamiento puede ayudarnos a crear decoraciones elegantes, sofisticadas y sobre todo cargadas de un adorable romanticismo. Porque seamos justos, una cosa no quita a la otra, el rosa, queramos o no, siempre será el color del amor romántico, así como el rojo lo es del amor apasionado. Y cada cual que coloque los límites entre cada tipo de amor…
El rosa nos permite decorar, como vemos, en estilos muy diferentes. Desde una interpretación libre del estilo cottage inglés como en esta imagen.
A un estilo mediterráneo, tranquilo, agradable y muy relajante que nos recuerda a aquellas tardes de siesta veraniega.
En un estilo nórdico también cabe añadir toques de rosa pálido que contribuirán a crear un ambiente más personalizado.
El fucsia es un tono que además de la dulzura y el romanticismo del color principal, el rosa, tiene la capacidad de crear un fuerte impacto visual, un revulsivo que puede animar cualquier ambiente.
Este color no sólo debe quedar recluído en la privacidad del dormitorio o en alguna sala de uso privado. Hay áreas de uso común que también pueden beneficiarse de este romántico color. La cocina como veis en la imagen superior también puede quedar encantadoramente romántica con este color que como vemos combina muy bien con los electrodomésticos en acero inoxidable, tan viriles ellos.
Son muchas las formas en que podemos usar el color rosa en la decoración de cualquier estancia de la casa. Como fondo neutro en sus tonalidades más suaves o como contraste cuando lo usamos en tonos intensos.
Como color dominante o de detalle nos aportará un toque no sólo romántico sino desde luego muy personal. Y personalizar la decoración debe ser siempre nuestra finalidad.
En cualquier ambiente como habréis visto a lo largo de las imágenes expuestas anteriormente podéis introducir el color rosa. En la medida que deseéis y de la forma que más os guste, sutil o atrevida, extensa o para crear contrastes, el color rosa puede ser un buen aliado en vuestra decoración.