La luz y el color de una casa brasileña

Cuando se mudó a esta casa en São Paulo, la decoradora Silvia Adami vivía un momento muy feliz de su vida, su primera nieta, Sofía, justo había nacido. Y ella quería celebrar este evento con hermosos colores, ideas novedosas y alegría. El color es una constante en la obra de Silvia Adami. «Pero también puedo hacer una casa neutra. En ese caso, hago uso de los colores claros «, dice. Eso es lo que hizo en la habitación de su nieta, en la casa de su hija decoró todo el entorno en tonos pálidos como el bebé. «Rubio, de ojos azules», dice, sonriendo. Para Silvia, que ha estudiado el feng shui en los Estados Unidos, el color es más que un mero adorno, lo emplea para conducir la energía, crear entornos llenos de calma. «Se necesita sabiduría en las mezclas. Si la pared de la cama puede tener un matiz fuerte, el frontal te pide algo más suave y tranquilizador «, nos enseña.

La entrada de la casa está decorada con colores vivos y alegres. A través de la cortina se aprecia el gran número de plantas que reciben al visitante cuando llega a la casa de la diseñadora.


Naturaleza y color, exuberancia tropical. Los materiales naturales y las plantas crean un entorno vivo y natural que contrasta con los colores fuertes y variados que visten toda la casa.


Una casa encantadora que transmite justo lo que pretendía la diseñadora, vida, alegría y calor. Es una casa muy humana y vital, como la propia creadora.


Tiene muchísimo carácter y viendo esta decoración uno casi presiente la enorme fuerza natural que debe rodear a esta casa. Una casa que imaginamos rodeada de una selva esmeralda, llena de vida, llena de fuerza y no apta para corazones débiles.

Fotos: casa.abril.com.br

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