Los tulipanes llevan siendo cultivados por los humanos desde el lejano siglo XI. Esta bonita y elegante planta es el símbolo por antonomasia de los Países Bajos, donde su cultivo forma parte de la cultura holandesa, pero también de países de Oriente Medio como Irán, donde existe una extendida tradición de cultivo de tulipanes. Por su belleza y colorido tan versátil, los tulipanes son exquisitos como elección para decorar los espacios de la vivienda.
Esta bella flor posee un tallo alargado y esbelto, y una corola muy majestuosa. Podemos encontrarla en colores tan dispares como el blanco, el amarillo, el rojo o el violeta. Cultivar tulipanes en casa es bastante sencillo, de hecho existe una modalidad llamada «tulipán de jardín», que es la más común, y que podemos plantar en macetas o jardineras con facilidad.
Para hacer arreglos florales, los tulipanes son una de las mejores elecciones en materia de floristería. Los podemos mantener con agua fresca y un poco de tierra, creando sutiles y decorativos centros de mesas para amenizar eventos tan distintos como una boda, un cumpleaños o un aniversario. Estas flores frescas darán un fantástico toque primaveral a la vivienda, además de dejar un olor maravilloso en el ambiente.
Como decoración, son unas flores muy agradecidas, ya que se conservan durante bastante tiempo en agua, y siempre las podemos trasplantar a una maceta para que no pierdan su belleza tan característica.
Podemos usar muy distintos tipos de recipientes para estas bellas flores, desde frascos de cristal hasta cubos y regaderas (un matiz vintage), nidos de ave (para espacios semi-rústicos), tazas de porcelana (interiores con estilo shabby chic) u otros objetos que se nos ocurran. En todos ellos lucirán como nunca.
La hermosura de sus pétalos dará mucha luz al hogar, ya sea en amplios ramos con distintos colores o mediante un único color. Pero también por separado, de uno en uno, los tulipanes conseguirán transmitir toda la luz y delicadeza de sus formas.
Fotos: pinterest.com