Si en algo destaca el estilo cottage en las cocinas es en crear ese entrañable calor de hogar que echamos de menos en otros estilos modernos y más pragmáticos. Ese aspecto cálido que todos recordamos de la cocina de la abuela cuando los alimentos que nos preparaba ella tenían otro sabor.
En una cocina de estilo cottage, que vendría a ser la forma anglófona del estilo rural de cualquier otro país, las telas tienen una gran importancia. Una vez más nos acordaremos de las cortinas, los manteles y demás piezas de tela que en cualquier cocina de estilo rural de antaño tenían un papel preponderante.
El empleo de la madera como materia prima básica es fundamental en una cocina de este estilo. Los armarios y demás muebles así como recubrir las paredes con madera son parte fundamental del estilo.
Los suelos también pueden recubrirse con madera para completar el esquema básico de toda cocina de estilo cottage.
Como en todo estilo decorativo hay distintas opciones, podemos optar por acabados muy rústicos casi como de cabaña hasta otros más refinados. Todo dependerá del gusto personal y el efecto que se quiera conseguir.
Con una vieja mesa de cocina es fácil tener una pequeña isla en nuesta cocina de estilo cottage. Si la altura de la misma no es suficiente para su papel podemos añadirle ruedas con lo que la altura aumentará y al mismo tiempo tendremos una isla que podremos desplazar según nuestras necesidades.
Un poco de Naturaleza en la cocina le sienta muy bien a este estilo tan cercano a la vida rural. Jarrones con flores, alguna bonita maceta con plantas, son algunas formas de darle un toque natural a nuestra cocina estilo cottage.
Muebles típicos de exterior como las sillas de mimbre quedan muy bien en una cocina de estilo cottage. Y si el color natural del mimbre no te gusta demasiado o ha sufrido alteraciones por el paso del tiempo una buena solución es pintarlo en negro, creará un buen contraste con el entorno blanco y recuperarás unos muebles dañados.
Las luces en una cocina de este estilo admiten muchas opciones, incluso esas viejas lámparas que no sabrías donde colgar quedan fantásticas en este tipo de cocinas.
Las cortinas son una excelente manera de añadire esos colores contrastantes que animarán el entorno neutro o demasiado pastel típico de este estilo.
El estilo cottage no es nada constreñido, el eclectismo se puede imponer fácilmente creando combinaciones temporales sin ningún problema. Electrodomésticos modernos de última generación pueden combinar perfectamente con muebles antiguos y toques vintage e industrial.
El estilo cottage es un estilo que nos va a permitir múltiples personalizaciones. En realidad como cualquier otro estilo, hay que huir siempre de las plasmaciones literales, la personalidad de cada persona debe quedar reflejada en la decoración de su hogar más allá de estilos y tendencias.
Una correcta atención a los pequeños detalles y complementos es una forma de plasmar esa personalización que marcará la diferencia y hará que nuestra cocina sea única.
En el fregadero podemos optar por el clásico de porcelana, típico de los estilos rurales de antaño o inclinarnos por una opción encastrada más moderna. La grifería en cambio siempre deberá tener un aire vintage acorde con el estilo, aunque técnicamente sean de última generación.
Fotos: bhg.com