Decoración de interiores

Muy populares en los Estados Unidos y en el Reino Unido durante la época victoriana, los muebles de ratán y mimbre tienen sus raíces en tiempos remotos. Tejidos a partir de una gran variedad de materiales de origen vegetal como la rafia, la caña y el sauce, muchos creen que el mimbre y el ratán son lo mismo, pero realmente no es así. Sigue leyendo para conocer sus diferencias y con qué muebles de ratán y mimbre puedes decorar tu hogar.

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Los muebles de ratán se utilizan principalmente en exterior pero cada vez más a menudo se pueden encontrar en el interior de las casas. Son una excelente opción para jardines y balcones así como para habitaciones y salas de estar. Esta polivalencia radica en las características de los muebles elaborados con este material.

Llamamos ratán a la fibra vegetal que se obtiene de diversas especies de palmas originarias de las zonas tropicales de Asia. Su uso es más sostenible que el de la madera pues su periodo de crecimiento es mucho menor. Hay una gran variedad de muebles de ratán en todos los estilos que podamos imaginar.

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El ratán, también conocido como «rattan», es un material muy ligero hecho a partir de fibras largas y flexibles, difícilmente rompibles. Proviene de la planta «Calamus Indico», similar a la caña. Junto al mimbre, es uno de los materiales más resistentes y a la vez delicados del mercado. Ambos elementos son ampliamente usados para un tipo determinado de mobiliario de descanso y ocio, tanto por la elasticidad de sus componentes como por el carácter versátil de su propuesta.

A los muebles de ratán se les aplica de fábrica un tratamiento contra las polillas y otra serie de plagas, como por ejemplo termitas, que pueden afectar a su estructura, por lo que, libre de estos peligros, se pueden acomodar tranquilamente en lugares al aire libre. Gracias a su apariencia semi rústica y muy casera, estos sofás, divanes y mecedoras se complementan perfectamente con el entorno y se hacen dueños del escenario en el que se despliegan, invitando a acomodarse sobre su acolchada superficie. El mimbre sirve, además, para reforzar su estructura.

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