Decoración de interiores

La mezcla de elementos rústicos con vintage suele dar lugar a decoraciones tan favorecedoras como la que hoy nos ocupa, una encantadora cocina que, por su organización, tiene un cierto parecido a un pequeño bistró francés. Se trata de una cocina decorada íntegramente en blanco con elementos vintage y algunos otros típicos del estilo shabby, muy cercano al rústico en su naturaleza.

La novedad en esta ocasión es la del cromatismo utilizado: a la luminosidad del color blanco se le suma la neutralidad del gris del acero inoxidable (en sus electrodomésticos y accesorios). Además, hay que destacar ciertos toques de verde y amarillo que se imponen sobre este atractivo escaparate, luminoso y amplio como se aprecia en las imágenes.

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Con unas pequeñas renovaciones podremos tener nuestra cocina y el área de comedor o desayuno adyacentes mucho más organizadas. No son precisas grandes transformaciones ni obras para conseguir sacarle más provecho al espacio de que disponemos. Algún complemento y una reorganización serán suficientes para tener más volúmen de almacenamiento y nuestra cocina por tanto lucirá mejor.

Un aparador o cualquier otro mueble similar aunque no sea del estilo de nuestra cocina puede ser una gran adquisición. Un mueble vintage o rústico quedará fenomenal en cualquier estilo decorativo en que se tenga la cocina. Por ejemplo nos puede servir para guardar, como en este caso, todos los artículos y complementos relacionados con el área de comedor de la cocina.

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Bajo el techo de una coqueta casa localizada en Alemania se encuentra esta maravillosa cocina en tonos turquesas. Pequeña, pero sumamente acogedora, en ella encontramos detalles tan cuidados que, miremos donde miremos, seguro que nos conquista.

Las paredes lucen este bonito color azul turquesa, combinado con blanco, lo que aporta mucha luminosidad. Es un espacio con forma cuadrada, muy bien aprovechado y equipado. A un lado tenemos un fregadero y los muebles de cocina típicos; al otro, una mini-barra para el desayuno, con sillitas retro de color blanco.

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Las cocinas que os presentamos continuación están diseñadas según los cánones del estilo francés más clásico, un estilo ligado a los ambientes rústicos de las villas de campo de la Provenza francesa. En ellas impera la madera clásica como material base, además de otra serie de elementos que hacen de estos espacios auténticas obras de arte.

Hay un gusto claro por dar protagonismo a los accesorios artesanales, representados en utensilios variados hechos de cerámica, también sillas de mimbre, además de otros detalles como paños de cocina y mantelería típica, ristras de ajos o cebollas colgadas sobre la pared, y hasta pequeñas plantas o flores que sirven de adorno y dan al espacio un encanto más bucólico y natural.

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Una cocina a color gana en luz y en frescura. Sea cual sea el estilo elegido, podemos llenar de luz nuestra cocina de formas muy distintas, aprovechando las superficies del mobiliario o bien las paredes, suelos y techos. Cada una de estas opciones puede ser una bella solución para conseguir una cocina moderna, menos encorsetada y menos convencional, una pieza más de vanguardia.

Es el caso de las siguientes propuestas, cocinas que se han vestido de diferentes colores para sacar el máximo partido a este espacio. Os ofrecemos una pequeña muestra en gamas muy variadas.

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Tener un rincón extra en la cocina acondicionado como un pequeño comedor (con apenas una mesa y unas sillas) puede ser realmente práctico y dar un aire más dinámico a esta zona de la vivienda. Sea cual sea el estilo de la misma, dispondremos en la cocina de un espacio comodín que sirva para cubrir necesidades del momento: desayunos, meriendas o un espacio extra para otros menesteres.

Un comedor que puede ser una zona ‘multiespacio’, pero que queda perfectamente integrado dentro de la cocina, no aislado, sino que forma parte de la arquitectura interna de este lugar.

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